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Sobre el problema de la unidad de España por Ramon Bau

Sobre el problema de la unidad de España.

 Ramon Bau

Publicado en "Bajo la Tiranía" nº 60 (diciembre 2003) 

ANÁLISIS DE LOS CONCEPTOS DE ESTADO, NACIÓN, PATRIA, PUEBLO Y SOBERANIA

Si hay un tema en nuestro estado que crea peleas, discusiones sin razonamientos, divisiones y enfrentamientos encarnizados entre camaradas que hasta ese momento se llevaban bien, es el de la concepción de España, los nacionalismos y demás temas relacionados.

A la vez es quizás el tema donde se muestra más claramente las incongruencias del Sistema, y donde todo se ve enredado en sentimientos sin lógica o en lógicas sin sentimientos. Afrontar este tema es remover un avispero de pasiones incongruentes que parecen no querer escuchar los argumentos del sentido común en ninguno de los lados. Así vemos a nacis racistas y etnicistas que en cambio aborrecen que los vascos hablen su lengua, y a marxistas que hablan de ‘pueblo vasco’ y su defensa al mismo tiempo que dicen que todos somos iguales y que ser vasco es solo estar empadronado allí, ya se sea negro, indio o vasco de origen.

Tamaños despropósitos sorprenderían a cualquiera que no supiera que los sentimientos o los intereses crean una estupidez mental suficiente como para justificar todo tipo de desmanes ideológicos, y que la gente no analiza más allá de un milímetro bajo la superficie de las ideas que se le presentan, sin profundizar en nada sobre su coherencia o sensatez.

Si Bajo la Tiranía fuera una publicación en busca de votos o dedicada a captar gente para un grupo, lo más sensato sería procurar no meterse mucho en este tema, recurriendo a los lugares comunes más adecuados: respeto a los pueblos dentro de la unidad sagrada de la Patria o cualquier frase parecida de uso diario de demócratas y politicastros.

Pero para una publicación Nacionalsocialista que pone como principal objetivo la formación y el debate de nuestra concepción del mundo, sin ceder ante votos, amistades, afiliaciones o aplausos, no tratar este tema sería demostrar que todo eso es mera palabrería.

Por ello ya en el Agosto 86, el nº 26 de Mundo NS, estuvo dedicado a estos temas, de una forma que considero suficiente para una primera visión. Pero han pasado ya casi 20 años y sería bueno recordar e insistir en este tema básico, sin sentir miedo por las disensiones, sin sentir miedo por el que dirán, sino ateniéndonos a nuestra base Nacionalsocialista.

LA NECESIDAD DE LAS DEFINICIONES

La única coherencia ideológica que se enfrenta al Nacionalsocialismo es la de los jacobinos, el genocidio total de las diferencias y la imposición de un Estado uniforme y absoluto sobre cualquier concepción natural y humana. La utopía de la Igualdad, el mundialismo y el Estado- Administración como único ente existente.

Las palabras no son nada, lo que significan las palabras es lo importante. Ya hemos visto como la palabra ‘democracia’ es una hipocresía de plutocracia, o como ‘libertad’ puede significar invadir Irak y matar palestinos... palabras.

Por tanto lo primero sería aclararnos con las palabras. Hay 5 palabras básicas en este tema: Pueblo, Nación, Patria, Estado, Soberanía.

Y mientras no las tengamos claras, o al menos mientras no hablemos con el mismo lenguaje, no habrá forma de ponerse de acuerdo. No es importante que concordemos en las definiciones sino que lo importante es que se sea coherente con lo que se ha definido, de forma que no se mezclen sentidos distintos con palabras distintas.

Antes de intentar aclararlas, veamos lo que se dice de ellas por ahí.

Por supuesto el Sistema propone la solución jacobina y centralista, aunque la disfrace de autonomista, al no considerar identidades ni desigualdades:

Solo hay un Estado, único soberano (siempre a las órdenes del dinero), única Patria legalmente aceptada, de única Nación legalmente aceptada, y un único pueblo aceptado... todo es un Pasaporte con la nacionalidad, y no hay más. Es el sistema legalista actual, y el que no esté de acuerdo es un terrorista separatista o un peligroso disidente.

Todo el que tenga un pasaporte reune en sí ser parte del ‘pueblo, patria, nación y estado. Pero incluso bajo esta tiranía centralista y jacobina, no se aclaran con las palabras, y así en las Constitución española se habla de ‘nacionalidades’ pero sin aclararse ni cuales ni para qué sirve serlo. ¿Qué significaría aceptar que Catalunya es una ‘nacionalidad’?..... nadie lo sabe, pues nada existe fuera del pasaporte, del empadronamiento, fuera de la igualdad del papel administrativo.

Si tomamos el campo nacionalista, los partidos ’nacional-españolistas’ como DN, AUN, Falanges, etc... están en este tema con el Sistema, y si de algo protestan es de las incongruencias que el sistema jacobino democrático tiene al intentar luego ‘contentar’ a catalanistas, vascos, gallegos, ... con ‘concesiones electoralistas’ que no cuadran con esa concepción jacobina unitarista. Y que conste que en esto tienen razón, el sistema se contradice por razones electoralistas, y confunde todo en una mezcla de unitarismo real de base (se es vasco con solo empadronarse en un municipio de esa comunidad) y a la vez tratar de ‘hacer diferencias’ para tener votos y no ‘cabrear’ excesivamente a los vascos (por ejemplo).

Normalmente se confunden los siguientes términos:

Nación y Estado
Nacionalidad y Pasaporte
Soberanía y autonomía descentralizadora

UN INTENTO DE ACLARAR CONCEPTOS

O nos ponemos de acuerdo con las palabras, o las confusiones serán eternas.

Vamos a tratar de aclarar los conceptos básicos y presentar tras ello una propuesta razonablemente NS de estos temas.

ESTADO implica una organización Política organizada de conducción de un conjunto humano y territorial, con capacidad de soberanía en aquellos temas que el propio Estado no haya delegado en otro organismo supra-estatal.

Hay que entender la diferencia respecto a un ‘Gobierno’, que puede ser ‘autonómico’, y que se basa en que a un ‘Gobierno’ la capacidad de ‘soberanía’, de atribuciones, le vienen dada por otros, no por si misma. O sea, el ‘Gobierno catalán’ actual no es un Estado porque sus atribuciones le vienen dadas por el Estado Español, no por su propio poder o capacidad. En un Estado federal, el Estado mismo, por propia voluntad, cede parte de su soberanía al Gobierno Federal, pero es él mismo el que lo cede, no el que ‘recibe’ lo que ‘otros’ decidan cederle.

Una organización federal exige que los Estados sean conscientes de su cesión de soberanía al Estado Federal, los límites de esa cesión y su aceptación popular. Muchos Estados Federales han olvidado esa base y realmente no son más que autonomías disfrazadas de ‘federaciones', como pasa, por ejemplo, en la Alemania actual, llamada Federal, pero que no tiene de ello nada.
 

SOBERANIA es la capacidad de autogobierno de un Estado, que puede estar limitada en tanto ese propio Estado haya delegado parte de su soberanía a otros organismos. Es el caso de la cesión de soberanía que España ha cedido a la Comunidad Europea, por ejemplo la soberanía en la moneda. Afganistán puede tener ahora un ‘Estado’, pero no es soberano en nada, es una colonia USA. Irak está en la mismo situación. España es un Estado y es soberano solo en aquellos temas en los que los políticos no han dejado el poder en manos de la UE, las multinacionales, las leyes de Mercado libre mundialistas, el Banco Central Europeo, la legislación del Pensamiento Único obligatoria para pertenecer a la UE y los demás medios económico-políticos donde se ha integrado España, etc...

Es en este sentido que decimos, España no es soberana en absoluto más que en algunos temas. No es malo la soberanía compartida, lo malo es en quien se ha cedido la soberanía y en base a que presiones o motivos. Si la soberanía se ha cedido a la fuerza de las armas, o por medio de presiones de grupos económico-políticos no populares, es muy diferente que si parte de la soberanía se cedió por un acto soberano del Pueblo, popularmente aceptado y deseado.


PUEBLO: colectividad étnica con conciencia de identidad común, no uniforme, pero sí con una cierta comunidad de origen, historia y cultura. Formar parte de un Pueblo no es un problema de empadronamiento o de mera decisión administrativa, sino que de alguna forma es preciso demostrar el formar parte de esa comunidad de origen, historia y cultura, aunque sea en forma parcial.

NACIÓN: Comunidad popular con voluntad de destino, voluntad de desarrollar esa base comunitaria popular en un camino de desarrollo futuro, ya sea cultural como vivencial. No es necesario que su voluntad sea de desarrollo político, sino de desarrollo vivencial. Por ejemplo, los gitanos conforman una Nación en algunos paises, en tanto desean vivir su propia forma de vida y destino, pero no buscan un Estado ni una organización política.

PATRIA: Es un concepto sentimental, y representa el sentimiento de pertenencia a una comunidad a la que llamamos Patria, y que significa ‘Paternidad’, pertenencia sentimental a esa comunidad. Así para muchos judíos su Patria es Israel aunque su pasaporte sea otro. Y de la misma forma hay catalanes que sienten como su Patria a España y otros a Cataluña. Con todo lo discutible que puedan ser estas acotaciones, es mejor tenerlas claras que no tener nada definido.

LOS CIMIENTOS DE UNA TESIS NACIONALSOCIALISTA SOBRE ESPAÑA

Lo que no puede expresarse en pocas palabras, mejor considerarlo fuera del mundo de lo político. Si no somos capaces de presentar una alternativa coherente y clara, no somos alternativa.

Si empezamos a hablar debemos partir de unos pocos hechos concretos básicos:

- La pertenencia a un Pueblo es un tema natural, de origen, de carácter étnico y cultural, y solo de forma excepcional pueden haber casos adoptados por decisión administrativa.

- Todo Pueblo claramente definido, con cultura, lengua, historia y comunidad propia, debe tener derecho si lo desea a conforman una Nacionalidad. Y ello debe darle derecho a que sean respetada esa identidad propia, en todos sus elementos (culturales, étnicos y vivenciales).

- El sentimiento Patrio es algo individual pero debería estar ligado a la nacionalidad. El ‘Pater’ es nuestra Comunidad popular.

- La organización de una Nación para lograr su desarrollo comunitario exige una cierta Soberanía. Sin soberanía no es posible auto dirigir el camino que respete las identidades y culturas, las forma de vida propias de cada Pueblo. Por tanto toda Nacionalidad necesita un cierto grado de Soberanía, que puede ser mayor o menor dependiendo tanto de las necesidades de cada Pueblo, su voluntad, como de las condiciones históricas y concretas que en cada situación se precisen.

- Esta necesidad de Soberanía exige que en algunos casos, no siempre, ni siempre igual, la Nacionalidad deba llevar a la creación de un Estado, según el grado de voluntad y de identidad que esa Nación desee. Pero un Estado es un poder ligado a temas ya no solo identitarios sino políticos, y por tanto debe haber una coherencia y un equilibrio entre ese derecho natural de las naciones populares a tener un Estado y el interés político común que la historia y la geopolítica.

Es por ello que según el grado de diferenciación, origen, voluntad y situación, puedan haber soluciones federales, autonómicas o de real creación de un Estado independiente. Pongamos el caso de los Kurdos: parece claro que su diferencia radical con los pueblos de su entorno y con el Estado Turco actual, y su distribución en varios otros Estados, puede aconsejar un Estado Kurdo. Sin embargo los motivos políticos y geopolíticos hacen que este derecho deba realizarse en los pasos y los medios ‘posibles’, de forma que no se generen males superiores a los propios derechos. La progresiva comprensión de este derecho y su progresiva realización por pasos, es una medida política, que no puede negar el Derecho básico kurdo pero que debe adaptarlo a la realidad y llevarlo a la práctica de forma pactada y posible.

El realismo político no debe ser una excusa para una dominación permanente y un camino infinito o nulo, pero si un tema que debe tenerse en cuenta pues la política no es el arte de lo ‘imposible aunque justo’ sino que debería ser el arte de lo ‘posible dentro de lo justo’. La geopolítica hace que los destinos comunitarios de muchos pueblos no puedan ser posibles sin una cierta unidad de acción entre pueblos para enfrentarse a enemigos poderosos y hacer posible un desarrollo común de varios pueblos que tienen también entre ellos comunidades de raza, historia o intereses muy ligados. En este sentido la soberanía y el Estado deben ajustarse a estas necesidades en aquellos temas en los que no es posible un desarrollo nacional-popular independiente de otros intereses o necesidades (como en tema de defensa, macroeconomía, ecología global, etc...).

Tras estas bases ideológicas, podemos ser más concretos al referirnos al caso español:

- El NS no es separatista, y el separatismo es una inutilidad (dejando aparte que pueda o no tener razón en algunos casos) en un mundo donde no hay independencia alguna ni siquiera a nivel de los Estados históricos (que no Nacionales) actuales. La oposición al separatismo no se basa en negar el derecho de algunos pueblos a conformar un Estado, sino a que esa creación de nuevos Estados Nacionales debe hacerse paulatinamente y sobre un plan global de Federación de Estado populares, y asegurando la necesidad de luchar juntos contra enemigos muy poderosos que impiden toda ‘independencia’ de Estados pequeños aislados.

- El NS respeta los Estados actuales aunque su ideal es una Europa organizada de forma diversa a la actual, pero ese ideal es algo futurible y que no tiene una prioridad de lucha frente al combate unitario de toda Europa contra el capitalismo y su dominio total.

- El NS no esta contra un federalismo ni contra reconocer los derechos de los pueblos que componen Europa frente a la imposición de Estados ya establecidos.

- Durante el periodo de lucha por la independencia europea contra el Capital, los debates sobre estos temas deben ser ideológicos, pueden ser muy diversos dentro del propio NS y no deben afectar a la unidad de combate.

La prioridad revolucionaria del NS es luchar por un socialismo europeo lo suficientemente fuerte como para derribar la dictadura capitalista actual, y en este combate todos los pueblos europeos deben unirse sin dudarlo.

Así pues hay que delimitar dos campos:

1- Un campo donde la base natural es la que debe primar y debe ser atendida con prioridad

2- Un campo donde la realidad política debe ser tenida en cuenta.

De esa forma es absurdo que se niegue soberanía completa a un pueblo sobre sus planes de educación, lengua, cultura, gestión, medio ambiente, sanidad, etc.... tanto como es absurdo que un pueblo desee una defensa propia independiente de toda posibilidad real a su alcance. Y de la misma forma que si se produce una epidemia global un pueblo necesita poder ceder parte de su soberanía sanitaria en manos de una solución global a la epidemia, de la misma forma una defensa global de varios pueblos no debe significar que cada pueblo no tenga cierto control de sus medios de defensa y sus aportaciones a la misma. Lograr este equilibro entre soberanía popular y realidad es lo que hace factible o no una solución práctica política. Y el error actual es querer imponer ese equilibrio desde el Poder de un Estado preexistente único, y no desde un pacto de Pueblos-Nacionales en un camino a un Estado federal de Pueblos, la Europa de los Pueblos, como objetivo a largo plazo. Este último párrafo debe ser leido con detenimiento, y por ello trato de repetirlo con otras palabras:

La solución realista actual es convencer a los pueblos de que el futuro NS es una Europa de los Pueblos, claramente aceptada, con todo lo que ello significa de federalismo y aceptación de soberanía popular, pero que ese camino debe ser pactado para lograr antes una derrota de la dictadura capitalista, sin la cual ni hay soberanía ni hay nacionalidad ni hay pueblo, sino solo un mundialismo igualitario bajo el mando de la Usura mundial.

LOS ERRORES DEL NACIONALISMO

El nacionalismo es fundamentalmente Identidad, cuando deja de serlo para ser Estado o Xenofobia, se convierte en un monstruo brutal de opresión y violencia. Hoy en día parece claro que la defensa de 'lo que hay dentro de unas fronteras' como lo ÚNICO importante, de forma absoluta, es una estupidez crónica. Y no digamos el intento de realizar el 'destino universal' de ese trocito de frontera a costa de cualquier otro 'trocito de frontera' que se nos ponga por en medio.

Pero es que el 'nacionalismo' es actualmente algo que se ha desligado de su esencia más profunda, LA IDENTIDAD Y EL PUEBLO, la propia conciencia cultural y de pueblo. Y de esa forma en el nacionalismo actual la Identidad es algo que no ‘existe’, que se combate y se denigra. El nacionalismo como doctrina fronteril nace con la Revolución francesa y se basa en una visión de ‘Estado’, no de ‘Nación’. Precisamente la revolución francesa y la democracia destruyen el concepto de Nación y lo sustituyen por el de ‘ciudadano’, que es aquel que tiene ‘pasaporte’ sea del origen popular que sea. Es el ‘Estado’ el único centro de lo que se llama ‘Nación’ dentro del ‘Nacionalismo’, todas las contradicciones y problemas del nacionalismo burgués y fascistoide se deben a haber olvidado el concepto de Nación por el de ‘Estado’. El ‘destino’ lo maneja el estado y los pueblos desaparecen, se diluyen, dentro de ese Estado, no tienen identidad ni derechos, todo queda sujeto a un ente nuevo, el Leviatán moderno, el Estado. 

El franquismo nos muestra un extremo de ese nacionalismo ‘fascistoide’, puesto que en este tema su posición fue claramente simétrica a la de Mussolini. Y la República francesa nos muestra el mismo extremo de nacionalismo republicano basado en ideas masónicas y democráticas. Tanto el fascismo como el liberalismo nacionalista llevan a una sola solución: el Estado como único ser existente, el pasaporte como única ‘nacionalidad-patria’, la frontera como única legalidad, y tras ello la destrucción de los conceptos de Pueblo, Identidad. Y curiosamente debemos decir que no es más centralista el franquismo fascistoide que el centralismo jacobino, en modo alguno. La democracia francesa es, y ha sido, el sistema más centralista que haya existido, el más represivo contra toda identidad popular. Junto a ese ‘nacionalismo’ nace el ‘nacionalismo xenofóbico’, producto directo de la represión que el anterior lleva a cabo contra los pueblos.

Para entender, por ejemplo, a Sabino Arana y su odio al resto de Vasconia y España, odio nefasto y xenofóbico, es preciso no perder de vista el ‘odio’ jacobino contra la identidad vasca del otro lado. El paralelismo es idéntico cuando se trata de comprender las violencias nefastas de los movimientos marxistas, que no serían comprensibles sin entender a la vez la brutalidad cruel y sádica del capitalismo de principios del siglo XX. De esa forma el nacionalismo jacobino y fascistoide genera el nacionalismo del odio y la xenofobia, como el capitalismo genera el odio de clases.

EL DESASTRE AUTONOMICO Y EL ‘LOCALISMO NACIONAL’

La imprecisión, tal vez el desconocimiento, con que se empleaban todos estos vocablos: soberanía, federalismo, autonomía, y se confundían unas con otras, siendo todas ellas muy graves... (Ortega y Gasset, OC XI-464).

Si la democracia hubiera tenido un concepto posible de Nación, de Identidad, en España se podría haber aprovechado el proceso constituyente del post-franquismo para crear una estructura adecuada, o al menos no agresiva, a la concepción popular de España. Pero eso era imposible para la mentalidad demolibreal y marxista que primó en aquel momento. La solución fue la peor chapuza que se podría haber generado: las autonomías. El sistema autonómico español solo puede ser catalogado de kafkiano, y producto de la estulticia de un Sistema sin brújula.

En vez de aclarar la estructura real de España, la confunde en un mar de divisiones absurdas en su mayoría, confundiendo y mezclando la descentralización administrativa con el proceso de autonomía popular, dividiendo de mala forma a la nación castellana y generando un lio monumental que ni satisface a los derechos nacionales reales que componen España, ni logra dar identidad y unidad a la nación castellana. Las autonomías son ideales para destruir toda identidad, pues para colmo la pertenencia a una u otra autonomía es solo un producto administrativo de empadronamiento que nada tiene que ver con una pertenencia popular o cultural concreta.

Sin embargo la nación más castigada y destruida por este sistema autonómico es la Castellana, que ha quedado dividida, sin reconocimiento de su existencia como pueblo siquiera, y además dividida por el egoismo de las partes en forma absurda. La falta de reconocimiento del pueblo castellano lleva como maldición añadida esa estupidez de que Andalucía busque su ‘identidad perdida’ en los moros en vez de en la Castilla que le dio la raza, cultura y pueblo actual. Al no haberse tenido en cuenta para nada la ‘identidad’ ha triunfado el egoismo de cada parte, creándose un mapa de egoismos y descentralizaciones en vez de un mapa de naciones.

De este desastre y del interés puramente de poder y económico de cada parte salen los que llamaremos ‘nacionalismos-autonómicos’, que son el resultado de mezclar en la probeta de Frakenstein la ideología liberal democrática y el nacionalismo egocéntrico, añadiendo a la mezcla unas gotas de odio marxista-leninista. El explosivo resultado son partidos que se llaman ‘nacionalistas’ y que en realidad no son más que partidos del sistema con vocación ‘localista’. Hay toda una serie de partidos que tratan de aprovechar el ‘sentimiento’ de pertenencia, de identidad del pueblo, para lograr votos, pero que como partidos asumen los valores del Sistema: no a la identidad popular, igualdad y pertenencia solo por empadronamiento, liberalismo democrático, negación de toda pertenencia popular étnica o por origen.

Así vemos a un partido como el ERC catalán que promueve la inmigración de moros y pide el voto de extraños a favor de una ‘Catalunya’ nacional?¿. También, por ejemplo, podemos ver el Partido Nacionalista de Castilla (Tierra Comunera), que en su Estatuto se declara a favor de la democracia y progresista, incluso habla del apoyo a la inmigración extraeuropea. No hay reivindicación alguna de la unidad de toda la nación castellana sea cual sea su ‘autonomía’ actual, porque no tienen el concepto de Nación en su ideología.

Es evidente que estos partidos son simplemente ‘localistas’, o sea desean un poder local, no popular ni nacional, sino local, dado por los empadronados en una zona geográfica, sean del pueblo que sean, de forma que ese voto local les dé poder para el manejo de presupuestos, cargos y prebendas. El localismo lleva inevitablemente al egoismo local, a buscar solo el beneficio de ‘su’ zona, no de su pueblo, y a despreciar otras zonas como forma de ‘identificar’ la propia. O sea, para un NS no tiene sentido promover el desprecio o manía contra otros pueblo pues su identidad está dada por la pertenencia al pueblo. Para un localista que no tiene concepto ni acepta identidad alguna popular, ¿cómo dar un sentido de identidad?, ¿cómo lograr que la gente tenga esa identidad que no acepta?... solo lo puede lograr mediante la promoción de la reivindicación localista de dineros o agravios. No tiene un valor positivo, solo tienen posibilidad de promover temas negativos. Mientras a un NS catalán le basta el orgullo y pasión por la esencia catalana y su cultura, un mundialista en Catalunya se centra en pedir siempre más dinero o reclamar ofensas pues no puede tener el sentimiento positivo de ‘ser catalán’ (entre otras cosas porque promueve que cualquiera es catalán con tal de estar en su ‘localismo’, aunque sea marroquí o filipino). El ‘nacionalismo localista’ es geográfico y político, no popular, cultural y sensible. Uno produce egoístas de su propio trozo de poder, el otro nacionalsocialista ama todas las culturas e identidades. 

 EL DEBATE INTERMINABLE

Debatir es presentar argumentos, construir es hacer posible una realidad. La realidad no debe matar los argumentos lógicos, pero la lógica debe tener en cuenta la realidad. Por tanto no vayamos ni a utopías irreales ni a realidades injustas. Una vez establecidas las bases claras de nuestra posición respecto a la necesidad de apoyar a llas Naciones y con ello romper la idea de Estado como centro de justificación de todo, quedando el mismo como brazo ejecutor de una Nación o varias, no medio de opresión de muchos pueblos por un poder sin identidad, una vez tenemos claro todo ello, podemos pasar a tratar los temas que normalmente se debaten cuando tratamos este asunto entre camaradas o personas normales.

1)- Los 500 años de convivencia

Los pueblos de España llevan unos 500 años de "convivencia" bajo un ‘Estado’, este hecho es valorado de forma diversa pero sin duda no puede ignorarse, ni despreciándolo ni sobrevalorándolo. Irlanda llevaba muchos años bajo Inglaterra y no por eso dejó de reclamar la independencia. Granada estuvo más de 700 años bajo el islam y no por eso aceptamos que lo reclame ahora, el tiempo es un factor pero no de forma aislada. Hay que analizar si durante estos años la unidad ha sido pacífica o forzada, si hubo persecuciones o represiones muchos años, si las poblaciones son homogéneas, sus lenguas, culturas, etc....

Pongamos el caso irlandés: pueblos de origen étnico diverso pero no extraños del todo, lenguas diversas (los irlandeses hablaban galaico-celta) de origen pero comunes en la actualidad... pero religiones diversas y enfrentadas, y sobretodo 2 a 3 siglos de explotación y represión continua, bastante brutal en muchos periodos. En España de principio hay que aclarar que estos 500 años en realidad se dividen en muchos casos en dos grandes etapas. Los primeros 250 años bajo los Austrias, y otros 250 años bajo borbones y liberales. Si en algunos casos los primero 250 años aun fueron bastante aceptables, al estar la unión a nivel dinástico pero con una total autonomía nacional, legislativa, foral, lingüística... (en Catalunya por ejemplo SOLO se habló catalán durante los Austrias, y su Código Civil era propio), en cambio los 250 últimos años están llenos de represiones, prohibiciones, inmigraciones forzadas y todo tipo de actos de fuerza contra las culturas y las formas de vida propias. De esta forma hay que entender que el tratar de sublimar como argumento un ‘tiempo’ no tiene sentido si no va ese tiempo acompañado de hechos favorables de la unidad no forzados. En ese sentido Andalucía, por ejemplo, tiene durante esos años una repoblación completa (con la expulsión además de los elementos extraños a Europa más destacados), su cultura, lengua y forma de vida pasa del islam a la castellana-europea. .

Los 500 años no justifican la negación a la identidad nacional en España pero si justifican que todo ese proceso debe realizarse acorde a esos lazos reales existentes, sin odios ni enfrentamientos egoistas.

2)- El debate sobre el origen del derecho a la ‘autonomía’. Este es sin duda el toque filosofal de incomprensión. Creo que fue Ortega y Gasset el que expresó más claramente la incomprensión ‘españolista’ de este tema al decir: “... aludí al tema catalán fue para decir a los representantes de esta región: "No nos presentéis vuestro afán en términos de soberanía, porque entonces no nos entenderemos. Presentadlo, planteadlo en términos de autonomía". Y conste que autonomía significa, en la terminología juridicopolítica, la cesión de poderes; en principio no importa cuáles ni cuántos, con tal que quede sentado de la manera más clara e inequívoca que ninguno de esos poderes es espontáneo, nacido de sí mismo, que es, en suma, soberano, sino que el Estado otorga y el Estado lo retrae y a él reviene. Esto es autonomía...” (OC XI-464).

O sea, existe una tendencia a creer que los derechos populares son ‘cesiones graciosas del Estado’, regalos, aportaciones que pueden ‘retraerse’ para contentar y satisfacer a unos súbditos descontentos.... esta es la visión estatalista y con ella jamás se podrá comprender el sentido popular en que se basa el Nacionalsocialismo frente al sentido artificial y ‘estatal’ que concibe tanto el fascismo como la democracia jacobina. La Nación es la única depositaria de derechos, y por tanto son las naciones de España las que ceden parte de sus derechos (ya sea federalmente o como se considere) para generar España o Europa como realidades. Esta cesión es necesaria para lograr tanto ajustarse a una realidad histórica y geopolítica como para lograr los medios necesarios para la lucha contra el mundialismo capitalista. Pero en modo alguno esta cesión es ‘del Estado’ a las Naciones, sino al revés.

La Nación catalana o vasca no necesita que ningún ‘Estado’ les ‘otorgue’ derechos de usar su lengua o cultura, de tantas cosas que un pueblo tiene derecho a hacer. Esa visión de ‘concesión‘ graciable de un ente artificial a los pueblos es un insulto a esos pueblos y una visión imperial-jacobina.

3)- La imposición de una lengua.

Hace poco leía en un documento de un pequeño grupo NR como el PNR (Partido Nacional Republicano), su aplauso a la imposición que el PP hace de 4 horas de castellano a la semana en las escuelas catalanas, gallegas o vascas. Es bueno para un catalán o gallego o vasco el saber bien el castellano, como saber inglés. Pero el tema no es ese, es que el PNR quizás no estará de acuerdo en cambio en que lo que primero debe saber un catalán es su idioma natural, el catalán. O sea, existe una tendencia a considerar que todas las Naciones de España deben saber castellano pero esa tendencia (que es utilista, o sea, es útil y positivo que así sea) va detrás de la condición Natural, que es que cada pueblo hable sobretodo su propio idioma. De manera que de la misma forma que los pueblos con idioma distinto al castellano deben hacer el esfuerzo para saber el idioma que les facilitará una comprensión común a los pueblos federados o conformantes de España, de esa misma forma los castellanos deben hacer el esfuerzo de salir de la dinámica de prohibiciones e imposiciones lingüísticas y comprender que en el Pais Vasco o Galicia o Mallorca, el pueblo tiene su propia lengua y esa es la que allí se usa primordialmente. Y que eso es bueno, es lo natural, lo NS, lo que da riqueza y respeta la identidad de cada pueblo y cultura. Lo demás es genocidio, así de sencillo. Creo que muchos ‘españolistas’ no saben ni conocen hasta que punto se ha perseguido la lengua vasca, catalana o gallega... ellos no lo han sufrido con la castellana, y no tiene idea del grado de persecución. Y tampoco del ridículo a que se llegó obligando a traducir cosas imposibles... una sardana como ‘Maria de las Trenzas’ se tradujo como ‘Santa Maria de los Trenes’... y al final si traducimos Sant Sadurni de Noia como San Saturnino de Chica o Maçanet de Cabrenys por Demasiado Limpio de Cabritos.... cualquier catalán se parte de risa cuando no se pone a llorar de pena. La estupidez centralista y la manía en evitar que cada pueblo hable su lengua propia ha sido un error gravísimo que ha estropeado las relaciones muchísimo entre las naciones. Y es el factor principal -aunque no único- que ha traído como consecuencia el 'separatismo'.

4)- El independentismo y su peligro

La mayoría de las opiniones que tratan de recortar y limitar los derechos de las naciones se basan en un argumento interesante e importante, quizás el único importante de los que usan los ‘centralistas’: los partidos nacionalistas no se conformarían con tener su lengua, ni ser parte federal, sino que cada paso que dieran sería solo animarlos al independentismo más absoluto.

Y realmente eso es cierto si tratamos con esa caterva de sinvergüenzas y necios que forman los partidos ‘nacionalistas’ actuales. Pongamos CiU, su sueño será siempre el independentismo total (de España, pero no de la Usura mundialista) y asumir así un presupuesto propio que gastarse y patearse a su gusto, eso si, dentro de la Europa de Mercaderes y sometidos obedientemente, no a España, sino a los mandatarios económicos y masones de la Europa-Financiera

O sea, cuando se trata con gentuza no sirve de nada tratar de hacer algo razonable, porque su único objetivo es materialista y de poder. Por ello estoy convencido de que la construcción de una federación realmente popular, tanto a nivel de España como de Europa debe hacerse entre Movimientos NS hermanos, que siendo absolutamente populares tienen muy claro la primacía de los Valores comunes y la necesidad de una unidad no basada ni en imposiciones ni en egoismos, sino en un doble equilibrio:

- Derecho natural de los Pueblos
- Necesidad de unidad para un destino común político.

El independentismo es hoy un absurdo, ya lo hemos repetido, no tiene sentido alguno cuando nadie es independiente, ni puede serlo. Hay una lucha común y una necesidad común de entendimiento. Si esa comunidad se logra respetando a los pueblos tendremos una verdadera comunidad de Naciones NS. Sino tendremos una comunidad de mercaderes sin identidad ni naciones.

5- La política estatal en la Alemania NS

Muchas veces se nos dice a los NS que tanto predicar a las Naciones, pero Hitler tenía un Reich, no una federación de naciones, y en Mi Lucha combate el federalismo de los Lands alemanes. Lo que combate es el regionalismo 'burocrático'. A diferencia de España, Alemania era un Estado federal, y lo que hizo el NS fue una reforma tendente a la creación de entidades populares -Gau- frente alas anteriores administrativo-burocráticas - Land.

 Este tema tiene dos facetas que analizar:

1- Hitler asume una unidad del Reich porque asume que hay una sola NACIÓN alemana. O sea en la Alemania de Hitler no había naciones distintas, ni lenguas ni culturas ni sentimientos distintos a la germanidad. Y aún asi el talante del NSDAP es la búsqueda de soluciones acorde con la realidad actual -y no de 1000 años antes en el Sacro Imperio- así como la voluntad popular por ejemplo en el referendum del Saar de 1935 ¿Quién estaría dispuesto hoy a someter a un referendum similar a los territorios de Catalunya Norte (Rosselló y Cerdanya) o de Iparralde (Lapurdi Zuberoa y Behe Nafarroa), o a las Tierras de O Bierzo, Sanabria o Eo Navia para Galiza?

2- Hitler construye el Reich con un enorme sistema de respeto a los Lands en sus particularidades, de forma que la unidad de Nación no implica repudiar las diferencias entre partes de la misma nación.

Veamos con más detalle cada punto:

1- Hitler se hallaba empeñado en recuperar territorios alemanes ocupados por otros países, pero no en ocupar territorios no alemanes. Jamás Hitler deseó unir a Alemania una zona poblada de polacos o de franceses o checos. No quería territorios sino unir al pueblo alemán viviera donde viviera. Una Nación, Un Estado. Aunque se pretenda comparar el caso de Baviera con el de Catalunya, por ejemplo, es un gran error. Los bávaros, como los austriacos, en su mayoría se sienten bávaros y al mismo tiempo alemanes. Y no solo se sienten, son alemanes, hablan alemán, su cultura es alemana, y su historia y raza están ligadas a los germanos. Uno de los himnos patrióticos del Südtirol dice claramente "alemán es el idioma, alemana es la tierra", y así, aunque Hitler luchaba por la Verdadera Alemania , esta expresión que no excluía a nadie, sino que aglutinaba a todos. En Alemania no se habían integrado pueblos extraños, no habían zonas integradas por otros pueblos y lenguas o culturas.

2- Hitler no sólo no prohibió, sino que fomentó, las diferencias regionales. Ello quizás podría ser debido a que el propio Hitler era austriaco, y que su lucha empezó en Baviera y muchos de sus mandos eran bávaros. Existen fotografías en lederhose (pantalón corto bávaro) de Hitler, de Göring (primer sucesor de Hitler nombrado por él), de Hess (segundo sucesor nombrado también por Hitler), de Himmler (Jefe de la SS y después Ministro del Interior), de Kurt Gruber (primer Jefe de la Juventud Hitleriana) y de Baldur von Schirach (sucesor de Kurt Gruber) entre otros.

Hitler tenía un pronunciado acento austriaco como puede comprobarse en las grabaciones y no tenía inconveniente en utilizar expresiones en dialecto en sus discursos: "... si hoy me presento ante la nación y veo la guardia de todos aquellos hombres que hoy me rodean, bien puede calificarse ella de un conjunto de verdaderos hombres -en Baviera diríamos de "buenos mozos"- de hombres hechos y derechos" (1); "Para un fenómeno como lo construye Duff Cooper no existe en nuestra lengua académica la palabra exacta. Para ello hay que acudir al dialecto y sólo en bávaro existe una palabra capaz de caracterizar a semejante hombre: "Krampfhenne" (lirolero") (2)

Igualmente Hess, el Jefe del Partido después de Hitler, es decir el testimonio más relevante dentro del partido escribía: "Creo que debieran enseñarse los dialectos en las escuelas" (3); "Soy partidario de que se enseñen nuestros dialectos en las escuelas. Existe el peligro de que se extingan muchos dialectos populares" (4).

Estas afirmaciones, hechas después de la guerra, muestran la preocupación de Hess para evitar que desaparezcan unos dialectos que en la época nacionalsocialista eran conservados con celo e interés.

La organización nacionalsocialista daba una importancia capital, incluso exagerada, a la autonomía regional. No en el orden político, sino en la vida económica, cultural y artística. Cada región tenía su Gauleiter, y aunque dicho cargo se ha equiparado al antiguo gobernador civil español, difiere mucho del mismo. En primer lugar el Gauleiter debía ser de la región. Sólo se admitían algunas excepciones para aquellos que sin ser de la región, habían desarrollado toda su vida política en la misma. El Gau (región) era definido como: "la división política y cultural, realizada sobre los antiguos Lands de Alemania, facilitando de esta manera la conservación de los lenguajes y tradiciones culturales de cada uno de ellos, fomentando su supervivencia". La misión del Gauleiter era la "Administración general; bosques, parques y jardines, organización agrícola y ganadera, minería, pesca y riqueza forestal, obras públicas, saneamiento, festivales de ópera, exposiciones provinciales de arte" (5). Además cada Gau tenía sus condecoraciones del mérito regional del Partido y en el reverso de casi todas ellas (Osthanover, Danzig, Ostpreussen, Essen, Sudetenland, Wartheriand... ) (6), figuraban los símbolos regionales. El poder del Gauleiter era tal que el que fue Ministro Speer se queja diciendo: "dado el inmenso poder de que disfrutaban los Reichsleiter y Gauleiter, no podía ejercer control alguno y sí, únicamente poner el veto alguna que otra vez; un veto que, por lo demás, no era tampoco tenido en cuenta" (7). Reiterando la misma opinión en otros lugares: "...tras su derrota el jefe de la SS renunció definitivamente a poner en juego la autoridad del Reich contra los Gauleiters"... y quejándose de la poca fuerza del poder central dice Speer: "...así, pues, el esperado fortalecimiento de la autoridad del Reich fue un absoluto fracaso" (8). La autonomía de los Gaus era tremenda y sus jefes dependían directamente de Hitler. Pero incluso en plena II Guerra Mundial se puso de manifiesto esta política hitleriana de respeto a las sub-etnias regionales. Bélgica marchó al frente del Este con sus voluntarios SS en dos divisiones, una valona y otra flamenca, solucionando por primera y única vez en Bélgica el grave problema regional. Croacia por primera vez en su historia disfrutó de una autonomía absoluta y lo mismo ocurrió con Servia, Eslovaquia, países bálticos...

Junto a la idea europea, se fue desarrollando el sentimiento de que en la futura Europa no podrían mantenerse las actuales fronteras estatales resultado de guerra y tratados (esto nadie lo sabía mejor que Alemania que había sido repartida entre 7 partes en 1918) y debía buscarse una nueva ordenación. Esta nueva ordenación puede verse en un mapa confeccionado por la SS, basado en las etnias europeas. Es ciertamente inexacto, pero constituye un primer intento de solucionar el problema, mapa en el cual Catalunya aparece unida en sus partes española y francesa.

Por supuesto no hubo jamás en la Alemania NS algo parecido a prohibir el uso de los símbolos de los Lands, sus banderas, sus literatos... y además los dirigentes de cada Land eran de ese land, eran parte de su gente.

¿Comparémoslo con el caso español?. Varios naciones y varias lenguas y culturas, prohibiciones de lengua, artistas, símbolos y banderas, gobernadores que jamás eran parte del pueblo que gobernaban ... Y consecuencia de este desastre es que hemos de denunciar que en Catalunya, por ejemplo, el llamado "NS" está en manos de NO catalanes en su mayoría, o sea ha perdido su carácter popular y se hace ocupacional, colonizador y a veces anti-catalán!, eso es cierto en gran parte, no siempre claro!, pero si en una mayoría.

Precísamente por la ausencia de el cerril centralismo que ha existido en España, y que tan duramente ha castigado a Cataluña con los Decretos de Nueva Planta de Felipe V. Igualmente, nuestros hermanos portugueses, tras separarse de Galiza por la inútil política centralista del Conde-Duque de Olivares.

Los NS alemán eran los que organizaban las fiestas populares, sus tradiciones, su arte, ...ahora aquí muchos de los llamados NS en Catalunya no van a bailar sardanas ni tienen contacto con la vida cultural catalana. Contra todo ello debe luchar totalmente un NS serio y coherente.

NOTAS

(1) Hitler, discurso del 24 de febrero de 1941 en Munich.
(2) Hitler, discurso del 4 de septiembre de 1940 en Berlín.
(3) Carta de Rudolf Hess a su esposa el 3 de septiembre de 1961, en la cual se interesa porque su hijo sepa algún dialecto.
(4) Carta de Rudolf Hess a su esposa el 22 de agosto de 1964. Ilse Hess, "Ein Schicksal ín Briefen", 1971 pag. 510.
(5) "Ordensburg der NSDAP 1934, editado por la Editora central del Partido, Franz Eher Vedag.
(6) Traditions Gau Abzeichen, Condecoraciones oficiales del NSDAP.
(7) Albert Speer, Memorias.
(8) Albert Speer, Memorias. 

6)- Las oportunidades de solución perdidas en España

España ha tenido varias oportunidades de poder solucionar su particular diversidad identitaria y popular, pero desgraciadamente siempre fracasaron.

a) La llegada de los Borbones fue un desastre para los pueblos, el triunfo del pretendiente Austria hubiera sido mil veces más adecuado a la diversidad española.

b) Por otra parte el carlismo, que era una buena base para abordar las España foralistas, manteniendo la unión pero sobre una base de respeto a las Naciones, anti borbónica (realmente anti-liberal, pues Carlos María Isidro era Borbón, aunque siguieron la tradición foralista), fue destruido por el liberalismo y el militarismo centralista isabelino, con apoyo de la masonería y un espíritu claramente jacobino. De esa forma la única raiz propiamente española que podría haber servido no tuvo seguimiento. El carlismo da una buena solución a los hechos nacionales sin que ello signifique que sea exactamente la nuestra ni que seamos carlistas, por supuesto. Pero sin duda el carlismo traía una SENSIBILIDAD muy distinta que el liberalismo monárquico-jacobino y masón Borbón de aquellos años, que fue el que triunfó.

c) Las primeras generaciones de nacionalistas, especialmente los catalanes y gallegos, de suRenacimiento cultural y nacional tenían una posición muy adecuada, nacionalista pero respetuosa con España, conservadora, alejada del liberalismo jacobino, capaz de llegar a un acuerdo entre os pueblos. Nada más alejado de Verdaguer, Risco o Dr Robert, por ejemplo, que el separatismo o el odio a España. Pero frente a ellos no tuvieron unos políticos ‘españolistas’ de calidad sino una caterva de masones y liberales conspiradores y tiranos, que solo supieron que reprimir, generar odio, tratar brutalmente a los pueblos, creando todas las condiciones para que ese nacimiento sentimental, artístico y renacentistas fuera apropiado por la izquierda, o sea por el odio y el enfrentamiento.

d) Franco, que tuvo el poder suficiente para acabar con ese nacionalismo marxista, ese separatismo del odio, Franco que tuvo incluso a muchos vasquistas, catalanistas y galeguistas a su favor tras ver las desgracias, persecuciones y brutalidades del comunismo republicano, Franco se comportó de una forma absolutamente demencial en este tema, copiando las posiciones de los militares masones y jacobinos de principios de siglo. En vez de hacer la revolución de las naciones, creo el estado centralista absoluto, logrando poner en manos del marxismo y la democracia liberal a las naciones a las que prohibió su lengua y cultura. España sufrió con Franco un error gravísimo: confundir el separatismo latente en el bando republicano, repulsivo, con el respeto a las diferencias, creando un régimen de opresión a la diferencia en el más puro estilo liberal de 1850, y masón también. El franquismo hizo que se olvidaran las raices raciales y foralistas de Las Españas para dejar solo una España de Capital y centralismo copiada de Espartero y las dictaduras militares Isabelinas. Fue la última oportunidad, el drama de Las Españas no ha podido ser resuelto y en ello estamos.

7)- El sentimiento español

Una de las quejas importantes es que mientras en los USA, por ejemplo, o en Suiza, todos se sienten suizos o americanos, aunque cada cual tenga su Cantón confederado, o su Estado federado. En España no sucedería, no sucede, lo mismo, y los catalanistas o vascos o galleguistas no tienen a menudo ningún sentimiento de españolidad. Y dado que el concepto ‘Patria’ es profundamente sentimental, Pater, es evidente que este sentimiento de ‘español’ no se puede ordenar por Ley. Lograr sentirse ‘español’, aunque sea de forma ‘posterior’ a ser catalán o vasco o gallego, o lo que sea, exige que se pase un periodo que elimine las reticencias históricas. Solo cuando España haya dado el paso previo de renunciar a su exclusiva soberanía y decisión, y acepte nombrar claramente a sus Naciones, sus derechos, su federación sin primacías ni imposiciones, solo cuando un gran pacto voluntario como el que unió a los Cantones suizos, genere la visión de una España voluntariamente federada, será posible que haya ese amor a España entre los que ahora la miran con recelo precisamente porque históricamente en los últimos siglos la excusa de ‘España’ ha sido motivo de prohibiciones, limitaciones y reticencias continuas contra el idioma, la cultura y los derechos de las Naciones. No se puede pedir ‘amor’ a quien ha dado prisión y prohibición durante décadas.

Por ejemplo Ortega y Gasset dice:

“Frente a ese sentimiento de una Cataluña que no se siente española existe el otro sentimiento de todos los demás españoles que sienten a Cataluña como un ingrediente y trozo esencial de España, de esa gran unidad histórica, de esa radical comunidad de destino, de esfuerzos, de penas, de ilusiones, de intereses, de esplendor y de miseria, a la cual tienen puesta todos los españoles inexorablemente su emoción y su voluntad... (OC XI-462)”.

Es curioso que se considere siempre el gran amor de los españoles a Cataluña o los Vascos pero en cambio su prohibición, odio, rencor enorme, cuando éstos quieren hablar su idioma de forma oficial. Cataluña forma parte de esa España fantástica pero si en un examen de literatura ‘española’ pusiera un texto de Maragall o Verdaguer se armaría un escándalo... ¿no son españoles?... No, dejemosnos de hipocresías. Para lograr ese sentimiento de ‘España’ hay que cambiar radicalmente las intenciones, las concepciones y el sentido jacobino y centralista, de ‘policía’ de idiomas y culturas, de autoridad para literaturas y derechos populares. Por otra parte el sentimiento español es muy lógico y elogiable cuando si existe esa identificación entre Pueblo y España, lo que sucede a menudo en mucha gente que no se siente castellana sino española. En realidad España ha ocupado el puesto de etnia y Nación para muchos, y en ese sentido los catalanes o vascos deben comprender el respeto y amor a esa ‘España’ que no es un ‘estado’ sino la Patria de un Pueblo. Esta confusión entre la ‘España’ Estado y la ‘España’ Patria de un pueblo es la que confunde muchísimo las relaciones. Al criticar los nacionalistas gallegos o catalanes la política de la ‘España-Estado’, sin querer crean la confusión de que insultan o desprecian la España-Patria de tantos españoles que no se sienten más que eso, españoles. Ante esta realidad será cierto aquello que dijo Cánovas: ”Es español quien no puede ser otra cosa”, ciertamente de aquí deviene el problema, de los que sólo son españoles, pues no se sienten castellanos o pertenecientes a otro nombre de Nación. De forma que se genera la Nación Española, y de esa forma pretenden que los que si tenemos una Nación distinta la abandonemos y asumamos la ‘España-Patria-Nación’ como la única. Y eso es genocidio.

8)- El NS histórico apoyó a Franco, o sea al sistema centralista.

Hay varios textos donde se ve que el NS apoyaba la Europa de las Etnias, aunque ya en guerra aceptó las realidades que se le presentaban como inevitables. Reproduzco un texto al respecto:

“El tema de la Catalunya independiente en una Europa hitleriana, ha sido deliberadamente ocultado pues no interesaba a nadie. Ni a los falangistas, lo cual no encajaba con sus ideas de una España unida, ni a los catalanistas que presumían de demócratas e izquierdistas. El análisis completo de este tema está aún por hacer, pero sirva de introducción algunos de los comentarios aparecidos en el Diario Barcelona del 15 de junio de 1983: "Los estrategas de la Alemania Nazi, en su diseño de una hipotética Europa bajo el dominio del III Reich, habrían previsto la creación de una Catalunya "independiente". Este diseño, que era conocido por los servicios secretos aliados, fue elaborado en los laboratorios del Instituto Geopolítico Alemán, según consta en los documentos a los que ha tenido acceso Diario de Barcelona. Esta Catalunya "independiente" propuesta por los nazis, iba más allá de sus fronteras actuales, y recuperaba los territorios históricos perdidos a raíz del Pacto de los Pirineos. Es decir, la "nueva” Catalunya se extendía por las comarcas hoy bajo administración francesa. "...Según testimonios documentales en poder de esta redacción, los estrategas nazis realizaron algunos pasos para llevar a cabo su proyecto. En un órgano de prensa próximo a Esquerra Republicana de Catalunya, podía leerse en 1943 una denuncia de estas oscuras maniobras: "...El proyecto tuvo la virtud de interesar a un número de catalanes. Por fortuna, fue un núcleo reducido. Patriotas de buena fe que, iluminados por las glorias momentáneas del ejército alemán, vieron en el proyecto la solución anhelada". El artículo continua diciendo- "Otro documento que obra en poder de esta redacción explicita de manera concreta que fue en Francia donde este grupo de catalanes pronazi tuvo su marco de actuación. Se denuncia en concreto a "elementos de la quinta columna infiltrados entre los exiliados y que para mejor actuar, aparentaban, un ultranacionalismo intransigente, al grito de "Catalunya avans que tot" (Catalunya antes que todo) Las investigaciones y testimonios recogidos por esta redacción entre numerosos componentes del exilio catalán han permitido identificar a algunos de estos "quintacolumnistas" de la causa nazi: sabemos nombres y sabemos detalles"(1). Todo el artículo está redactado de esta manera vaga, como si hubiese sido publicado con el fin de atemorizar a algunas personas. En general la prensa no acostumbra a tener escrúpulos de conciencia a la hora de denunciar a personas. Esta manera reservada de actuar estaba posiblemente dirigida a personas concretas. En todo caso lo cierto es que el tema fue tratado en el III Reich, de ahí la sorpresa de Hitler a las reivindicaciones hechas por Franco. En aquella ocasión Hitler le dijo a Serrano Suñer: "No entiendo qué fijación tienen ustedes con Marruecos. Lo que deberían haber reclamado es el Rosellón, la Cerdaña, toda la Catalunya que los franceses tomaron a España". Este texto está tomado de un artículo de Baltasar Porcel en "La Vanguardia" que acaba con las palabras del propio Porcel: "Un Hitler de acuerdo con los Països Catalans... Realmente no somos nadie"(2). En todo caso hay que reconocer mucha mejor visión política a Hitler que a Franco. Durante casi medio siglo España reivindicó estentóreamente Gibraltar, pero ningún político de Franco habló nunca del Rosellón ni del Canigó, la conocida en Catalunya como "montaña regalada". 



NOTAS:

(1) Artículo "Los estrategas nazis querían dar la "independencia" a Catalunya", de J. Reixac en Diario de Barcelona, 15 de junio de 1983.
(2) Artículo "Hitler, catalanista", escrito por Baltasar Porcel y aparecido en "La Vanguardia" días 8 y 9 de febrero de 1989.

Lo importante es comprender que el NS no tenía problemas en aceptar una Europa de los Naciones y estaba en contra de la integración de diversos Pueblos en un Estado de forma forzada, deseando una federación o un compromiso de convivencia y respeto a las diversas identidades.

9)- ¿Europa o España?

Que hoy en día no tiene sentido crear un surtido de nuevos mini-Estados ‘soberanos’ completamente independiente es algo claro, eso solo facilita la labor a las potencias mundialistas y al capitalismo globalizador. Por tanto hay que compaginar la existencia de los Estados actuales, la Europa geopolíticamente necesaria y los derechos de las Naciones a su identidad. Compaginar estas TRES realidades es un trabajo complejo, pero si no se respetan las tres, la solución no puede ser realista, justa y posible. Ideológicamente la posición no puede ser más clara y para ello basta ir al más importante documento del llamado neo-nazismo constituido por el Manifiesto Social Racista que deja clara su postura en su punto 91: "De ninguna manera estamos en contra de las legítimas aspiraciones de las pequeñas etnias a una autonomía que garantice su integridad y vida cultural, pero lo que sí constituye una aberración es querer constituirlas como estados soberanos. Teniendo en cuenta sus pequeñas dimensiones (Bretaña, Catalunya, Pais Vasco, etc.) esta soberanía sería puramente ficticia. La soberanía de Alemania, protectorado americano, ya no existe; la de Francia no es más que una sombra de sí misma, la de Inglaterra va cayendo cada vez más rápidamente. En primer lugar se ha de hacer Europa. Sólo entonces el reconocimiento de las autonomías mencionadas (y no soberanías) no significará una atomización de nuestro continente. Admitido este punto, reconocemos que la mayoría de las etnias minoritarias de Europa son perseguidas y que una revisión es necesaria" (Gaston Amaudruz, "Nosotros los racistas".).

Este documento elaborado por el Nuevo Orden Europeo radicado en Suiza, fue publicado hace más de un cuarto de siglo y sigue siendo punto de referencia de la posición ‘europeista’ más clásica del NS. 



10)- España como un mosaico de razas y mezclas, y por tanto ver si es posible tratar las nacionalidades bajo el punto de vista étnico.

Desde luego entre los pueblos de Iberia hay varias influencias raciales importantes, pero todas arias. La presunta aportación de razas semitas, sean moras o judías, es casi nula. Hay varios textos sobre este tema, como el famoso ‘El Mito de las 3 Culturas’, por S. Fanjul, Revista de Occidente nº 224. 

España contaba con 2 millones y medio aproximadamente de Hispano-Romanos (Iberos, Celtas, Tartessos, Romanos...) frente a unos pocos decenas de miles de Moros, demostrado entre otros por el profesor Bosch-Gimpera. La invasión Musulmana, una invasión casi exclusivamente Cultural y no racial, el 95% eran muladíes, esto es, hispano-romanos y visigodos convertidos al Islam. Trajo muchos
adelantos culturales en su momento. Y además la mayor parte de la aportación racial morisca fue expulsada por los Reyes Católicos (junto con muchos otros que no eran sino europeos islámicos, como los moriscons de Hornachos, Badajoz, que fundaron la república de Salé. Sin embargo las diferencias étnicas son de cierta importancia en algunas comunidades populares. Los Vascos conforman una comunidad popular realmente étnica. En Galicia la aportación celta y pre-céltica/ligur y sueva, es muy importante. En cambio en Catalunya es más difícil valorar diferencias étnicas tan claras con comunidades cercanas, aunque hay una cierta comunidad occitana frente al ‘ibero’ castellano. Y para liarlo, todo ello se confunde bastante con aportaciones de inmigrantes intra-españoles en el último siglo. No nos llevemos a errores, una parte de España, especialmente la castellana, es una mezcla de sub-razas pertenecientes al gran grupo de la Raza Caucásica. Por lo tanto sería un error hablar en España tan sólo de una Sub-raza (La germánica) como también sería un error decir que en España no somos en parte descendientes de Germanos puesto que nuestra historia demuestra todo lo contrario, Celtas, Visigodos... es una pequeña muestra de raza aria que compone España... y otro error es señalar que Andalucía es diferente a nivel racial, no olvidemos que en esa preciosa región la mayoría era aria y así fue hasta incluso con algunos reyes musulmanes que tenían tez blanca, como Abderraman III.-, que aunque es considerado 'oficialmente' descendiente de la disnastía Omeya, lo más seguro es que se tratase de un caudillo visigodo local. Como ejemplo de la poca aportación racial que nos trajeron de África (Una gota de agua en una piscina). Las personas cristianas del norte de España, tras una reconquista larga, terminaron consiguiendo la supremacía política de la península, llevando a cavo el mismo espíritu unificador, de expansión y luchador de las sub-Razas Caucásicas, expulsando a los NO- Asimilables por su cultura, un gran grupo de Musulmanes de Culto y de raza que aún no se mezclaron y no contribuyeron a la raza del Estado (de los pocos que entraron, salieron bastantes sin llegar a mezclarse y también una parte de los mestizados), al igual que ciertos grupos de judíos que no quisieron renunciar a su propio estilo de vida y culto.

Así pues, España es un conjunto de naciones arias, pero hay dentro de ella naciones muy definidas étnicamente y otras que sin serlo tanto si tienen una cierta diferenciación étnica y una muy fuerte diferenciación cultural, histórica y lingüística y vivencial que los determina claramente como nacionalidades con una soberanía que debe ser adecuada a una comunidad política común, primero España y luego Europa.

11)- ¿Como llegar a la comprensión deseada?

El objetivo de este trabajo no es otro que abrir la mente de muchos camaradas a una COMPRENSIÓN del problema nacional coherente con nuestras ideas y planteamientos. No se trata de pedir separatismos y menos aun justificar odios o exclusiones, ni nada de eso. Se trata de que los camaradas empiecen a pensar en base a una visión que normalmente no se presenta en nuestros medios por la tradición ‘fascista’ y ‘franquista’ que, queramos o no, impregna algunos medios y conciencias de eso que se llama ’alternativa nacional’. Y que para colmo la existencia de los partidos liberales-nacionalistas de izquierda hace que para muchos el catalanismo o galleguismo o vasquismo se vea como ‘enemigo’. Hay que ser realista y comprender las reticencias de unos y otros, de los que recelan del ‘nacionalismo étnico’ y de los están hartos de centralismo y prepotencia ‘españolista’ contra los pueblos. Pero hay que actuar sin romper la baraja, sino por una fuerza revolucionaria natural y una comprensión sin enfrentamiento necesario. El enfrentamiento debe ser solo contra el capitalismo y sus poderes, y de ello debe salir de forma natural la independencia popular frente al mundialismo actual gestionado por ‘estados legalistas’ sin base popular. No debemos aceptar ni odio ni desprecio a España, pues sabemos que esa palabra significa mucho para gente aria, es su Patria, y por tanto debemos respetarla aunque no implique eso no tener claro que debemos rechazar, no ‘España’, sino una forma de ver España como ‘Estado’ negador de Naciones. El odio o desprecio o sentido de agresividad contra las Naciones, contra la nación Catalana, Castellana, Vasca o Gallega, es un problema más añadido a los que ya tenemos. La autogestión de los pueblos solo puede venir de una lucha común contra el capitalismo y el mundialismo y la comprensión de la diversidad y el sentido popular, no por un enfrentamiento entre los pueblos.

Sólo vemos una solución al problema de las naciones sin estado que hoy acucia a todos los estados artificiales modernos de Europa, y esa solución precisamente pasa por Europa, una Europa constituida en base a las naciones carnales o étnico-culturales. A las naciones naturales, unas naciones que cederán soberanía a un estado europeo que se ocupará de la política común geoestratégica, mientras que cada una de estas naciones será totalmente soberana en lo que respecta a los asuntos que sólo le incumben a ella, lo cual permitirá que aquellas naciones sin estado que han padecido la incruenta embestida de las políticas uniformadoras de estados ajenos, puedan alcanzar su realización nacional, dentro de una comunidad de pueblos libres unidos por los lazos de la sangre y la cultura. Que este futuro pase por un entendimiento previo con los Estados actuales es quizás inevitable por realismo político, y no debe tampoco ser el punto de ruptura. El cambio puede ser por etapas, pero lo que debe quedar claro desde el principio es la dirección y el objetivo final de nuestra Revolución.

 Ramon Bau Fradera

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